El científico y gran observador Claude Bernard tenía una frase que usaba para abrir conversaciones: Lo que creemos que ya sabemos es a menudo lo que previene que aprendamos.
Mucho del contexto actual está sumergido en un mar de información que requiere que constantemente estemos desaprendiendo costumbres y aprendiendo nuevos hábitos. Si creemos que ya tenemos dominada un área de la industria porque por muchos años hemos hecho lo mismo es saludable que hagamos algunos “clicks” en Google otra vez.
La nueva demanda de la industria de desarrollos inmobiliarios también está requiriendo que entremos en un proceso de desaprender y aprender nuevos conceptos para posteriormente implementarlos con movimientos ágiles y precisos. Se ha convertido en un proceso que requiere que se haga completo y que se incluya a todos los interesados en los impactos de nuestras obras. Para que nuestros desarrollos sean “completos” es necesario que realicemos tres acciones: desarrollar, informar y motivar.
Estamos llamados a desarrollar, responsablemente, proyectos conectados al mercado, a las tendencias y a la sostenibilidad, pero también estamos llamados a informar las razones o por qué y a motivar nuevos hábitos positivos. Y ahí se cierra el ciclo, motivando y generando cambios de hábitos.
Si construimos ciclo carriles para ciclismo, como estructuras generadoras de movilidad sostenible, tenemos que informar constantemente que la contaminación por la cultura del uso del carro en exceso se le atribuye la producción de más del 16% de las emisiones de los gases que producen el efecto invernadero. Posteriormente, es nuestro deber motivar el uso de los ciclos carriles a través de incentivos: facilidades para adquisición de bicicletas a bajo costo, bonos especiales para colaboradores que usen bicicleta como medio de transporte e instalaciones para cambio de ropa, entre otras.
Si gestionamos un jardín comunitario tenemos que informar que una de las razones es que, debido al uso excesivo de fertilizantes y pesticidas, algunos alimentos de consumo diario vienen con sustancias que pudieran comprometer nuestra salud y de ahí la tendencia a consumir productos orgánicos. La motivación es ofrecer una mejor calidad de vida basada en buenos hábitos de nutrición.
Si desarrollamos estructuras deportivas tenemos que informar que a la falta de actividad física se le atribuye el 30% de enfermedades cardíacas, 27% de los casos de diabetes, 21% de los casos de cáncer de mama y el 25% de los casos de cáncer de colon. Podemos motivar aún más el uso de las instalaciones al darle acceso a profesionales deportivos independientes a ofrecer clases y gestionar grupos.
Si desarrollamos casas con paneles solares incluidos, tenemos que informar que al consumo energético se le atribuye también más de 30% de las emisiones de los gases que producen el efecto invernadero y por ende el sobrecalentamiento global. La motivación es ofrecer productos inmobiliarios que ya incluyan paneles solares y que no alteren el costo de la vivienda. Adicional, a la motivación económica de no pagar tanto por el consumo de luz.
Desarrollar, informar y motivar. Un proceso de tres actividades que parecen simples, sobreentendidas y tácitas, pero que si nos ponemos a analizar las ofertas encontraremos muchas oportunidades para complementarlas.